domingo, 27 de noviembre de 2011

La agricultura sostenible contribuye a la mitigación de los efectos del cambio climático

El cambio climático tiene un efecto directo en la producción agrícola pues su impacto climatológico y el régimen de precipitaciones afecta al rendimiento de las explotaciones agrícolas.




En este sentido, la agricultura mediterránea se enfrenta a dos retos fundamentales: la adaptación al cambio climático y la necesidad de contribuir a su mitigación. La tendencia al calentamiento global continuará aunque se reduzcan las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, ya que el ciclo biogeoquímico del carbono y los mecanismos que dan lugar al clima se comportan con una gran inercia.
Semejantes retos han hecho que numerosas instituciones internacionales, como las Naciones Unidas o la Unión Europea, contemplen en sus agendas políticas la adaptación al cambio climático. En el ámbito europeo, la UE aprobó en 2007 el Libro Verde ' Adaptación al cambio climático en Europa: opciones de actuación para la UE ' y en 2009 el Libro Blanco que contiene tres documentos sectoriales, uno de ellos destinado a la agricultura.



 Además, desde hace años a nivel europeo se vienen haciendo previsiones de los efectos que tiene el cambio climático sobre la economía europea. Uno de los trabajos de referencia al respecto es el  "Proyecto Peseta" realizado por la Comisión Europea1, que analiza las repercusiones económicas anuales del cambio climático en la agricultura europea y en otros sectores.

La agricultura y su contribución a la mitigación del cambio climático: la huella de carbono

El reto a corto plazo al que debe enfrentarse la agricultura española para responder a las exigencias del mercado gira en torno a la mitigación del cambio climático, un reto
que puede convertirse en una ventaja competitiva para aquellos productores agrícolas que están desarrollando sus estrategias productivas en base a este concepto.
La agricultura puede contribuir a la mitigación del cambio climático si mejora su balance de carbono, reduciendo las emisiones e incrementando su capacidad de sumidero. Esta necesidad ya está patente en algunos mercados con la llamada huella de carbono que representa las emisiones netas de gases de efecto invernadero medidos como CO2e (CO2 equivalente) y que empieza a ser un instrumento diferenciador en los mercados internacionales.

En el caso de explotaciones y productos agrícolas es más adecuado hablar de balance de carbono que de huella de carbono, que se determinará con la fijación fotosintética de CO2 menos las emisiones necesarias para su producción (laboreo, riego, manipulación y transporte).
La mayor parte de los cultivos agrícolas, y especialmente los frutales, deben considerarse sumideros temporales de CO2.
Por ejemplo, un cultivo de melocotoneros de diez años de edad tiene un balance de carbono de 9,9 toneladas CO2 por hectárea y año. Es decir, este sistema agrícola mantiene un depósito de carbono (sin contar el incremento de carbono en el suelo) que aumenta cada año,
gracias al crecimiento del árbol, como media en 9,9 toneladas CO2 por hectárea.
La innovación por parte de los agricultores, gracias al uso de tecnologías y el uso de prácticas y técnicas agronómicas, contribuye a prestar un importante servicio en la mitigación del cambio climático, al mejorar la eficiencia en el uso de los recursos naturales y, con ello, manteniendo balances de carbono positivos e incrementando el carbono contenido en el suelo.


Datos sobre la Plataforma Tecnológica de Agricultura Sostenible
Nació en 2009, a partir de la Orden CIN/1728/2009, como un foro de trabajo para el intercambio de información y conocimiento, que pretende mejorar la percepción de las tecnologías aplicadas a las áreas agrícola y ganadera y está financiada por el MICINN.
Por otro lado, entienden la agricultura sostenible como un modelo irrenunciable e incuestionable, con el que satisfacer las necesidades alimentarias actuales de los ciudadanos, garantizando la productiva, la calidad de los productos y la seguridad alimentaria.
Para ello, es imprescindible el apoyo institucional tanto al avance tecnológico y a la investigación, como la elaboración de un marco legislativo adecuado que posibilite la aplicación de estos avances.
El futuro del sector se cimenta en la investigación y el desarrollo tecnológico que contribuya al incremento de la productividad agroalimentaria a la vez que se asegure el mantenimiento y buen uso de los recursos naturales existentes, sin la renuncia del acceso por parte de los ciudadanos, con independencia de su clase social y situación económica, a alimentos con vistas a una dieta variada y a un precio asequible. La mejora en la agricultura y las innovaciones tecnológicas es la única baza para mantener el abastecimiento de alimento necesario para cubrir la demanda mundial, consiguiendo al mismo tiempo equilibrar los precios.


Fuente : ECOticias.com / Red / Agencias, 21/11/2011,en : La agricultura sostenible contribuye a la mitigación de los efectos del cambio climático .   


Os recordamos :















        Si sientes que los golpes de la vida te debilitan, siembra y come frutas y verduras.


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